COMENTARIO DICCIONARIO DE LAS ARTES – FÉLIX DE AZÚA — COLOR

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El color es un sustantivo bastante abstracto y subjetivo para cada persona que lo contempla. En este texto, se habla que los colores no son cuerpos, sino figura, ya que su contemplación y su significado variará según la persona que lo mire, debido a una distinta nacionalidad, una distinta época vivida, etc., ya que no todas las personas estamos acostumbradas a ver un tipo de color igual que al de otra persona de otra nacionalidad, es decir, el verde de la Huerta de Valencia (verde que, por ejemplo, nosotros tomaríamos como verde), con el verde de los grandes campos de Irlanda; las tonalidades variaran y será calificado de distinta forma, ya que el color varía según los ojos que lo observen.

Tanto la filosofía como la ciencia han tratado de clasificar los colores, de dar una “verdad” (como diría Nietzsche) sobre lo que es color o como clasficarlo  y/o abordarlo (como pigmento, como información, etc.), sin atender que el color no reside en las cosas, sino que es el ser humano y su relación con el intelecto y el mundo quien clasifica los colores y les da el significado. Por tanto, el color es algo subjetivo y, en consecuencia, dos personas no podrán observar y valorar un color de la misma manera, tanto sean de culturas distintas como de épocas distintas; donde la pintura, a lo largo de la Historia del Arte, ha surgido como la disciplina que ha convertido el color en significado, es decir, ha establecido una gama de colores con los que nos hemos ido familiarizando y, por consiguiente, atribuyéndoles esa clasificación que tan difícil nos supone de conseguir y que tanto ansiamos, y es que el ser humano necesita abastar todos los problemas y mantener su vida en un equilibrio intelectual.

No ha habido pintor que no haya establecido un estudio cromático para alcanzar este fin de clasificar el color, de establecer una clasificación común de los colores; pero es que el color no son cuerpos, sino figuras, elementos subjetivos que cada individuo a través de su educación, de la época en la que vive y el país, valora y clasifica de una manera completamente distinta a otro, incluso residiendo en la misma zona y en la misma época histórica, y es que, como concluye el texto, el color universal, la valoración universal del color no existe, como diría Nietzsche el error está en intentar establecer una perspectiva universal y común, cuando cada persona tiene su propia perspectiva y, a la vez, totalmente válida y compatible con el resto de perspectivas.

En cuanto a mi opinión sobre el texto, creo que el color ha sido, es y será el símbolo de muchas personas, marcas, etc., y reconozco la gran importancia que el color tiene en nuestras vidas, así como también reconozco el reconocimiento del color como algo subjetivo que no debe intentarse clasificar ya que no es algo material, sino una percepción cambiante del sujeto que lo observa modificado por su época vivida, por su país de origen, así como también la educación que haya recibido. El color enriquece nuestras vidas y las hace grandes y una de esas características que lo hacen grande es esta misma, que cada uno tiene su propia valoración de él y lo percibe de manera única, es decir, gracias al color somos únicos.

Subido por: The observer.

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Una respuesta a COMENTARIO DICCIONARIO DE LAS ARTES – FÉLIX DE AZÚA — COLOR

  1. Peggyisthequeen dijo:

    Muy buen comentario. Bien escrito, además. Me encanta eso del verde Huerta de Valencia. Estupenda imagen inicial. Muy bien.

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